Seguramente, alguna vez habrás leído en Internet o incluso visto en televisión la palabra “ransomware”, pero ¿sabes qué es exactamente?

Ransomware es un tipo de malware que siembra el pánico entre quienes lo sufren, además, en los últimos días se ha hecho especialmente famoso tras afectar por primera vez al sistema operativo de Apple, OS X.

Este tipo de código es especialmente dañino para quienes se ven afectados por él, ya que quien nos infecta pide un rescate para poder volver a acceder a la información afectada.

De repente, nos encontramos con que nuestro servicio, nuestra página web o nuestro ordenador, están absolutamente bloqueados y sólo el cibercriminal responsable del ataque puede liberarnos, eso sí, previo pago de una suma de dinero.

La técnica lleva literalmente décadas usándose, y normalmente consiste en el cifrado del disco duro de la máquina víctima, lo que provoca que sea imposible acceder a sus servicios y datos a no ser que contemos con la clave que protege esa información.

En muchos casos quienes llevan a cabo los ataques dejan bien patente lo que ha pasado y cómo proceder en esos casos, como una dirección de correo electrónico una web donde contactar con el cibercriminal e incluso la cantidad que tendremos que abonar para recuperar nuestros datos.

Este tipo de ataques han crecido tanto o más que otras formas de malware, ya que se han convertido en una jugosa forma de conseguir ingresos por parte de los atacantes.

La forma de inyectar este tipo de código es tan variada como los escenarios en los que se aplica.

De hecho, este tipo de amenaza es tan preocupante para para usuarios cotidianos como para empresas, que pueden verse afectadas también por este tipo de ataques que pueden llegar a bloquear todo el funcionamiento de un producto o servicio.

Lo que tenemos que tener claro es que los atacantes no roban datos como tales, simplemente los dejan donde estaban, pero cifrados.

¿Qué hacer para protegerse?

Es imposible estar al 100% seguros de que estaremos libres de amenazas, pero sí podemos realizar una serie de pasos para poder proteger nuestros sistemas y nuestros ordenadores.

El primero de ellos, mantener actualizadas nuestras aplicaciones y también nuestro sistema operativo. Esta primera regla es básica, pero se debe complementar con otras, tales como utilizar un antivirus que se actualice y chequee nuestro sistema con regularidad.

Una de las medidas más eficientes y útiles, será la de contar con copias de seguridad de todos nuestros documentos importantes.

Una alternativa a la copia de seguridad cotidiana en dispositivos externos, es utilizar un servicio de nube, tal que nos ayude a mantener nuestros documentos lejos de cibercriminales.

Aunque protegerse al 100% nunca es del todo posible, estas últimas recomendaciones, pueden ayudarnos a evitar sentirnos un poquito más seguros y sobre todo tener más protegidos nuestros archivos importantes.