En muchas ocasiones las empresas reciben currículums para un puesto ofertado o incluso sin haber ofertado ningún puesto. Es importante tener en cuenta, que en cualquier caso siempre se deberá atender a dos aspectos fundamentales:
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La obligatoriedad de contar con el consentimiento del titular de los datos (el posible candidato).
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El derecho a ser informado sobre el tratamiento de los datos contenidos en el currículum.
El modo de cómo cumplir con estos dos puntos variará según la forma en la que se reciba el currículum:
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Entrega del CV por el candidato en persona: Se le entregará para su firma el documento donde se recoja la información necesaria sobre protección de datos como quién es el responsable, cuál es la finalidad o dónde puede ejercer sus derechos.
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Recepción del CV a través del correo electrónico: Será necesario informar al candidato. Para ello se contestará al correo añadiendo la información sobre protección de datos. Hay que solicitar al candidato que responda confirmando la recepción del mensaje o utilizar algún método de confirmación de recepción.
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CV entregado a través de la página web: En la política de privacidad se deberá indicar el tratamiento de datos relativo a la recepción de CV. El candidato deberá confirmar haber leído y aceptar la política de privacidad antes de poder enviar el currículum a través de la web.
Una vez recibido el currículum debemos almacenarlo de manera segura, aplicando todas las medidas técnicas y organizativas necesarias, ya que contiene una gran cantidad de datos personales.
Además, debemos tener en cuenta el plazo máximo de conservación. Cada responsable deberá determinar el plazo de conservación, ya que no hay ninguna normativa que lo fije. Sin embargo se recomienda que no supere un año el plazo de conservación. Por ello, es muy importante, ya sea que conservemos los currículums en papel o en formato digital, contar con un sistema que nos facilite revisar los CV, para poder eliminar de manera segura aquellos que hayan cumplido el plazo determinado.
