Para navegar por internet desde casa, nuestro dispositivo se conecta por cable o mediante conexión inalámbrica al router y este, a su vez, establece la conexión con nuestro proveedor de internet (si usamos la conexión de datos de nuestro móvil pasa algo similar). Desde ahí, ya podemos navegar por la red y acceder a nuestro buscador preferido, a una red social o una web de noticias.

Internet también nos facilita poder trabajar en remoto permitiendo conectarnos desde casa a la red local de nuestra empresa para acceder a una carpeta con datos de la clientela, para utilizar una herramienta de gestión, etc. Sin embargo, existe un problema: cuando nos conectamos a internet, nuestros datos pueden ser interceptados por ciberatacantes y verse vulnerada su confidencialidad, disponibilidad e integridad. Este riesgo existe para las empresas con personal que trabaja en remoto y que, para poder realizar su actividad, tiene que enviar datos de carácter personal o información confidencial de la organización a través de internet. Aquí es donde entra en juego la VPN.

¿Qué es una VPN?

Una VPN (Virtual Private Network) es una red privada virtual y se utiliza para realizar conexiones de manera segura, es decir, para garantizar que las comunicaciones sean confidenciales.

Para entender cómo funciona nos tenemos que imaginar que navegar por internet es como caminar con una carpeta por la calle en una avenida concurrida. Es posible que alguien pueda hojear nuestra carpeta en un despiste vulnerando nuestra privacidad. Ahora imaginemos que caminamos con nuestra carpeta a través de un túnel privado y que solo nosotras o nosotros tenemos la clave para entrar y salir, esto es una VPN (un túnel virtual a través de internet).

Este túnel virtual es, en general, una conexión encriptada que va desde nuestro dispositivo hasta un servidor que puede estar en nuestra empresa o en otro sitio, dependiendo del uso que le queramos dar a la VPN. Que sea una conexión encriptada quiere decir que si pudiésemos ver los datos que viajan por la VPN, estos serían ininteligibles, es decir, solo veríamos un conjunto de símbolos, letras y números que no podríamos leer.

Las conexiones VPN normalmente pueden ser del tipo Cliente-servidor o del tipo Sitio-a-sitio. Las VPN Cliente-servidor son ampliamente utilizadas para saltar bloqueos geográficos y acceder a páginas web que no están permitidas en nuestro país, tener un mayor anonimato en la red y el bloqueo de la publicidad. Por otra parte, las empresas u organizaciones suelen utilizar las VPN del tipo Sitio-a-sitio para establecer comunicaciones seguras entre distintas sedes o entre personas que trabajan en remoto y la red local de la empresa.

Es importante tener en cuenta que acceder a la red interna de la empresa sin una VPN puede dejar al descubierto la entrada a los archivos confidenciales de la organización desde internet a personas no autorizadas. Para evitarlo, es importante contar con un servicio de VPN que se adapte a las necesidades de la organización. Además, es fundamental que los equipos informáticos de la empresa estén actualizados y que cuenten con software antivirus y cortafuegos actualizados que protejan frente atacantes y amenazas desconocidas.


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